26 de diciembre de 2013

¿De dónde viene la voz interior? La neurología enfrenta las alucinaciones auditivas‏



¿Las voces que escuchan los esquizofrénicos y los fanáticos religiosos tienen alguna relación con el origen de la conciencia en el cerebro o con el fenómeno del “monólogo interior”? En un estudio clásico sobre el tema, Julian Janes imaginaba que los antiguos escuchaban de hecho voces en sus cabezas, a las cuales ceñían personalidades y atributos sobrenaturales, confundiéndolos tal vez con expresiones vocales de su propia conciencia. ¿Pero qué pasa con las experiencias de alucinación sonora o con el síndrome de Tourette, en el que la gente es incapaz de controlar las palabras que salen de su boca?

Vaughan Bell del King’s College, en Londres, publicó un interesante acercamiento a este antiguo fenómeno, buscando un enfoque diferente para entender nuestra función neurolingüística. Se parte de que damos por sentado que nuestras acciones y nuestra narrativa interna son congruentes en todo momento, ¿pero cómo se establecen estas coherencias en los sordos de nacimiento, quienes nunca han escuchado palabras? ¿O bien en los esquizofrénicos, cuya noción de coherencia podría resultarnos “patológica”? Bell afirma que las teorías neurocognitivas tienden a ignorar cómo aquellos que oyen voces adquieren lo que el investigador describe como “actores sociales interiorizados”.

Estos actores internos no son sino modelos de interacción social que interiorizamos debido a su poder significante en nuestras vidas. Los role models como padres o profesores (aquello que un psicoanalista encuadraría en el superego), en algunos individuos, adquieren presencia y preeminencia al grado de manifestarse en la conciencia a través de alucinaciones sonoras; por otra parte, la localización del origen de estas voces en el cerebro no está subordinada a los dos hemisferios: como dijo el poeta Walt Whitman, un hombre puede contener multitudes, y podríamos añadir que cada “individuo” de esa multitud inconsciente puede tener su propia voz, su propio tono y su propio lugar dentro de la jerarquía de nuestra mente.

Desafortunadamente, teorías como la de Bell quedan en el terreno de la suposición, pues no existen mecanismos que permitan registrar el cerebro con la precisión requerida sin ser absolutamente invasivos. La esperanza de los neurocientíficos es que nuevas herramientas del futuro permitan analizar a uno de los posibles candidatos de este ágora mental: la intersección temporoparietal que, por su localización geométrica en el área cortical, podría desvelarnos los misterios de las voces que pueblan (voluntaria o involuntariamente) nuestro silencio.

http://pijamasurf.com/2013/12/de-donde-viene-la-voz-interior-la-neurologia-enfrenta-las-alucinaciones-auditivas/

18 de diciembre de 2013

Científico encontró una prueba definitiva de que Dios existe

El físico teórico Michio Kaku afirma haber creado una teoría que puede apuntar a la existencia de Dios. La información ha impactado a la comunidad científica porque Kaku es uno de los científicos más importantes de la actualidad.


Uno de los científicos más respetados en la actualidad dice haber encontrado evidencia de que la acción de una fuerza “lo gobierna todo”.

El físico teórico Michio Kaku afirma haber creado una teoría que puede apuntar a la existencia de Dios. La información ha creado un gran revuelo en la comunidad científica porque Kaku es considerado uno de los científicos más importantes de la actualidad, uno de los creadores y desarrolladores revolucionarios de la Teoría de Cuerdas por lo que es muy respetado en todo el mundo.
Para llegar a sus conclusiones, el físico hizo uso un “semi-radio primitivo de táquiones” (que son partículas teóricas capaces de “despegar” la materia del universo o el contacto de vacío con ella, dejando así todo libre de las influencias del universo que les rodea), tecnología creada recientemente en 2005.

Aunque la tecnología para llegar a las verdaderas partículas de taquiones aún está lejos de ser una realidad, el semi-radio tiene algunas pocas propiedades de estas partículas teóricas, que son capaces de crear el efecto de los verdaderos taquiones en una escala subatómica.

Según Michio, vivimos en un “Matrix”: “He llegado a la conclusión de que estamos en un mundo hecho por reglas creadas por una inteligencia, no muy diferente de su juego de ordenador favorito, por supuesto, más complejo e impensable. Analizando el comportamiento de la materia a escala subatómica, afectado por el semi radio primitivo de taquiones, un diminuto punto en el espacio, por primera vez en la historia, totalmente libre de cualquier influencia del universo, la materia, la fuerza o la ley se percibe de una forma inédita el caos absoluto. Créeme, todo lo que llamamos casualidad hoy no tendrá más sentido. Para mí está claro que estamos en un plano regido, por reglas creadas y no determinadas por azares universales”, dijo el científico.

Traducido y adaptado por NoticiaCristiana.com de Jornal VDD

9 de diciembre de 2013

Lácteos: la gran decepción


Por Gaby Vargas

'Nada de lácteos', es la orden de mi nutróloga. Después de escuchar una retahíla de los achaques que éstos provocan, incrédula, corro a consultar con el doctor José María Subirán, mi médico de confianza, y me asombra su respuesta: 'Pues, ¡claro! Me parece perfecto. La leche y sus derivados, después de los cuatro años de edad, ya no son necesarios, y sólo te causan problemas'.

Pero, ¿cómo? ¡Si toda la vida nos han dicho que la leche es lo más sano del mundo! Todavía sin estar del todo convencida, consulto otras fuentes, y me quedo con la boca abierta con lo que me entero.

'La leche y sus productos derivados son los mayores contribuidores a la industria de la enfermedad, que representa 2 trillones de dólares', afirma el economista Paul Zane Pilzer en su libro The Wellness Revolution.

Pero, ¡ojo!, además, la leche causa osteoporosis, alergias, constipación, flatulencia, cáncer, obesidad, enfermedades del corazón e infecciones. ¿Cómo la ves? Pues sí.

Es muy probable que este artículo no le agrade a muchas personas; sin embargo, cada vez es más fuerte la voz que lo declara, y que no podemos ignorar en aras de proteger intereses económicos.

Es más probable que el consumo de leche cause, y no prevenga, la osteoporosis. Diversos estudios en Harvard, Yale, Penn State y en los National Institutes of Health en Estados Unidos, lo confirman.

De hecho, el alto contenido de proteína (caseína) que contienen los lácteos, drenan el calcio del cuerpo. Y para acabar de sorprendernos, el calcio que contienen de manera natural los vegetales y frutas es más sano, más fácil de absorber y más abundante.

Por si fuera poco, los expertos afirman que los lácteos son la principal causa de que más del 65 por ciento de la población en Estados Unidos tenga sobrepeso y obesidad. Me pregunto, ¿será igual aquí?

Más preocupante aún es saber que además de contribuir a padecer osteoporosis, la leche contiene hormonas, antibióticos, pesticidas y es causante de varias enfermedades infecciosas.

¿Sabías que una vaca típica del campo, puede darnos hasta cuatro litros y medio de leche al día, mientras que la industria moderna tortura a estos animales para hacerlos producir hasta 45 litros al día?

Esto se debe a que hoy les suministran cantidades masivas de hormonas especiales, como la de crecimiento bovina (BGH) y esteroides para aumentar la producción. Esto provoca que sus ubres sean tan grandes que se arrastren por el piso y se infecten, lo cual conlleva al uso de antibióticos constantes.

A la hora de conectarlas a los succionadores de metal, estas lindas sustancias permanecen en la leche, aun después de procesarla, lo que causa serios trastornos en las personas, en especial en los niños que las consumen.

¿Has notado cómo ahora las niñas tienen su menstruación mucho más temprano que las niñas de antes? ¿Y que el desarrollo de sus senos es mayor?

Lo que todos nos preguntamos es: ¿Cómo es posible que nadie diga nada al respecto? La respuesta es muy sencilla. Las empresas lecheras invierten millones de dólares cada año en la mercadotecnia de sus productos. Y el consumidor promedio, es decir tú y yo, no gastamos el tiempo en investigar reportes médicos y, en cambio, sí vemos revistas y mucha televisión.

Independientemente de todo lo anterior y siguiendo las instrucciones de mi nutróloga, desde hace meses no consumo nada de lácteos.

Y sin hacer ninguna otro cambio en mi alimentación, tanto mi esposo y yo no sólo hemos perdido peso, el colesterol nos ha disminuido, nos sentimos más ligeros, la digestión es mejor y la energía también. Así que te invito a que tú también, querido lector, querida lectora, lo consideres